El Desafío de la Fe y la Acción

Introducción

Un desafío es una situación que pone a prueba la determinación, la fuerza o la firmeza de alguien. Los desafíos pueden ser físicos, emocionales o espirituales. Por ejemplo, pensemos en los escaladores de montañas. Primero, inspeccionan detalladamente el terreno y determinan un curso. No se trata solo de eso; deben preparar el equipo adecuado, entrenarse para adaptarse al clima y estar listos para cualquier imprevisto. Sin esta preparación, nunca alcanzarían la cima. Deberían renunciar a mitad de camino para evitar accidentes. Así como los escaladores, los hombres de Dios también enfrentan desafíos que ponen a prueba su fe y compromiso.

El Desafío de los Hombres de Dios

Noé y el Diluvio

Noé vivió en una época en la que la idea de una inundación global era ridícula. Sin embargo, escuchó a Dios y aceptó el desafío de construir un arca, salvando así a su familia y a numerosas especies de animales.

José y los Sueños del Faraón

José aceptó el desafío de interpretar los sueños del faraón. En recompensa, se le dio la responsabilidad de crear un plan para almacenar grano durante los años de abundancia, asegurando alimento durante los años de escasez y salvando a Egipto y a sus alrededores del hambre.

Moisés y la Liberación de Israel

Moisés enfrentó el desafío de liberar al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto. Confiando en Dios, se enfrentó al faraón y guió a los israelitas hacia la libertad.

Josué y la Tierra Prometida

Josué aceptó el desafío de liderar al pueblo de Israel para conquistar la tierra prometida. Con valentía y fe, llevó a una nueva generación a tomar posesión de lo que Dios les había prometido.

Jesús y el Sacrificio Supremo

Jesús, Dios manifestado en carne, aceptó el desafío de venir al mundo como hombre para ser el cordero de Dios, dando vida eterna a todos los que creen en su nombre.

Pedro y la Predicación del Evangelio

Pedro aceptó el desafío de ser la roca sobre la cual se edificaría la iglesia. Predicó el primer mensaje evangelístico y miles se convirtieron a Cristo.

El Desafío de la Iglesia

La gran comisión de la iglesia se encuentra en la palabra de Dios:

«Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.» (Mateo 28:19-20)

«Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.» (Marcos 16:15-18)

La Misión de la Iglesia en Cartago

Dios ha encomendado a nuestra iglesia el desafío de plantar 50 células en un período de tres años y luego duplicarlas cada año. Nuestro objetivo es conquistar Cartago para Cristo. Para lograrlo, nuestra iglesia debe adaptarse a cambios sistemáticos y organizativos, formando nuevos líderes comprometidos con la evangelización de nuestra ciudad y nación. Si no lo hacemos con dedicación y esfuerzo, fracasaremos.

Dos Caminos

Podemos optar por tomar la actitud del pueblo de Dios ante los gigantes en la tierra prometida y dudar, o podemos seguir el ejemplo de fe de David, Noé y Josué, y escribir una nueva historia en el evangelismo.

El Desafío de Evangelizar Cartago

Cartago, con una población de 160,022 habitantes en el Valle Central y 545,092 en toda la provincia, es nuestra misión. Comenzamos en Cartago Central y luego nos expandiremos a toda la provincia. Nuestra obligación ante Dios es compartir el evangelio en toda nuestra ciudad y luego en las naciones.

Preparación y Acción

Debemos recordar que Dios está con nosotros en este gran desafío. Aunque parezca un gigante, Dios nos dará la victoria. Para ello, debemos establecer bases sólidas a través de escuelas de discipulado, escuelas de ministerio y evangelismo agresivo, manifestando el poder de Dios.

Escuelas de Discipulado y Ministerio

Las escuelas de discipulado y ministerio son fundamentales para formar líderes preparados para enfrentar los desafíos de la evangelización. A través de estas escuelas, capacitamos a los creyentes en la doctrina y las prácticas cristianas, fortaleciendo su fe y su compromiso con la misión.

Evangelismo Agresivo

El evangelismo agresivo implica un esfuerzo constante y valiente para llevar el mensaje de Cristo a todas partes. Utilizamos diversas estrategias, como campañas evangelísticas, estudios bíblicos en hogares y eventos comunitarios, para alcanzar a más personas con el evangelio.

Manifestación del Poder de Dios

La manifestación del poder de Dios a través de milagros, sanidades y liberaciones es una evidencia tangible de su presencia y su amor. Estos actos de poder no solo fortalecen la fe de los creyentes, sino que también atraen a los no creyentes hacia Cristo.

Conclusión

En este momento, estamos sentando las bases. Nuestro rol es predicar, sembrar y cosechar, mientras nuestro Señor Jesús añade a los que serán salvos. Estamos en alianza con los cielos y tenemos en nuestras manos el poder más grande para cambiar vidas: el evangelio.

La pregunta final es: ¿cuál será nuestra actitud ante el desafío de evangelizar Cartago? Con fe y determinación, podemos conquistar esta ciudad para Cristo y escribir una nueva historia de evangelismo y salvación.

Para más recursos y apoyo en tu camino de fe, visita Evangelio360. Además, te invitamos a leer más sobre cómo enfrentar desafíos espirituales en nuestro blog sobre la vida cristiana. ¡Juntos, podemos hacer una gran diferencia en Cartago y más allá!

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